Escritor y espía (o viceversa), Graham Greene fue un niño acosado en el colegio y un adolescente con tendencias suicidas, marido infiel, viajero incansable y, al fin y a la postre, un defensor de la libertad.
Eric Arthur Blair, alias George Orwell, escritor solvente, azote de totalitarios, pensador, ensayista y honesto consigo mismo y con el mundo.
Aphra Behn, espía de Carlos II (entre otras cosas...), primera escritora profesional de la historia de la literatura en inglés, autora de la primera novela antiesclavista y de la primera novela espistolar. Conservadora por su ideología y libertaria por sus actos, sin duda, una mujer terriblemente interesante.
No estaba loca. Pero había en su cabeza algo parecido a la locura, algo tal vez inherente a sus sueños y a su talento, quien sabe...