5 obras de Arthur Miller que debes ver además de leer.

Arthur Miller, el dramaturgo y guionista inolvidable, nos dejó un buen número de joyas pero estas cinco que hoy recordamos puedes verlas y también leerlas.

El nombre de Arthur Miller evoca multitud de imágenes, su rostro está indisolublemente unido al de Marilyn Monroe pero más allá de su vida personal y sus polémicas Miller es, por encima de todo, uno de los mejores dramaturgos y guionistas que ha dado la literatura norteamericana (y anglosajona en general, nos atrevemos a decir).

Nació en el seno de una familia de origen judío y polaco que vivía cómodamente en Manhattan, junto a Central Park, gracias a su próspero negocio textil hasta que, como le sucedió a tantos en aquella época, llegó el crack del 29 y Miller se convirtió en el hijo de una familia que vivía con lo justo. Estudió periodismo en la Universidad de Michigan pero se costeó sus estudios trabajando en un taller de coches (en esto Miller fue muy americano); ya licenciado volvió a Nueva York y comenzó su carrera profesional como guionista radiofónico, después comenzó en Broadway con paso titubeante hasta que en 1947  estrenó Todos eran mis hijos y gano el Premio de la Crítica.

El carácter de una persona lo determinan los problemas que no puede eludir y el remordimiento que le provocan los que ha eludido

Se casó tres veces, aunque tendemos a recordar sólo su segundo matrimonio porque fue el que lo unió a Marilyn Monroe: su primer matrimonio fue el que cabía esperar, con su novia de toda la vida, tuvieron dos hijos y acabó en divorcio; luego llegó la locura a su vida de la mano de Marilyn pero la cosa acabó igual, en divorcio; se casaría una tercera vez y tendría dos hijos más, uno con síndrome de down; la historia relativa a ese hijo es oscura o, cuando menos, desconocida en gran medida, Miller y su entonces esposa -la fotógrafa de prensa Inge Morath, entonces ya Inge Miller- lo ingresaron en internado y parecieron desentenderse totalmente de él pero no debió ser así, al menos no del todo, porque en su testamento Miller repartió su herencia a partes iguales entre sus cuatro hijos.

Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma.

Miller fue un hombre de convicciones, implicado con la sociedad de su tiempo y los retos que ésta debía afrontar, era crítico con la idea del sueño americano, también lo fue con la posición de Estados Unidos frente a las guerras de Corea o Vietnam, se acercó al marxismo pero acabo siendo crítico también con sus planteamientos, todo ello al tiempo que ganaba el Pulitzer entre otros importantes galardones como el Príncipe de Asturias.

Creo que no es posible vivir sin ideal, ni religión ni sensación de porvenir. Los hospitales estarían llenos de locos.

Arthur Miller es un escritor para leerlo, como lo son todos, pero habiendo sido como fue un magistral dramaturgo y guionista, es sobre todo un escritor para verlo, su obra es amplia y de sus títulos más importantes hay incluso más de una versión cinematográfica pero nosotros hoy nos atrevemos a proponerte cinco y sólo cinco películas que, además de ser cinco obras indiscutibles de Miller, son probablemente las que mejor explican la trayectoria de este mítico dramaturgo:

Todos eran mis hijos porque fue su primer éxito importante, Muerte de un viajante porque fue la obra que lo encumbró, El Crisol (Las Brujas de Salem) porque, a las puertas de Halloween, nos viene al pelo, Vidas Rebeldes porque representa el ocaso de mucho y de muchos (fue la última película de Marilyn, la última de Clark Gable…) y Después de la caída porque no cuenta su vida con Marilyn (que no lo cuenta lo decía él, claro, pero…).

A continuación tienes los detalles de estas cinco imperdibles películas.

  • Todos eran mis hijos

  • Muerte de un Viajante

  • El Crisol (Las Brujas de Salem)

  • Vidas Rebeldes

  • Después de la Caída

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