Henry James es un escritor americano y británico a la vez, realista y modernista a la vez... un tipo dual y excéntrico que retrató la vida de quienes se movían entre el viejo y el nuevo mundo abrazando ambos.
James Joyce, el escritor al que no entendía ni su mujer, era un tipo mal hablado, introvertido, derrochador... y autor de una de las obras más innovadoras de la literatura universal, Ulises.
Escritor y espía (o viceversa), Graham Greene fue un niño acosado en el colegio y un adolescente con tendencias suicidas, marido infiel, viajero incansable y, al fin y a la postre, un defensor de la libertad.
Eric Arthur Blair, alias George Orwell, escritor solvente, azote de totalitarios, pensador, ensayista y honesto consigo mismo y con el mundo.
Washington Irving fue el primer escritor genuinamente americano, el primero norteamericano en vivir de la literatura, el primer hispanista, un pionero de la literatura norteamericana que vivió en La Alhambra.
Y quien dice al miedo dice al terror, al pánico, al espanto y al misterio, a la locura, a la maldad, a lo absurdo... en definitiva, a un mundo oscuro de gran maestría literaria, la de Edgar Allan Poe.