Y quien dice al miedo dice al terror, al pánico, al espanto y al misterio, a la locura, a la maldad, a lo absurdo... en definitiva, a un mundo oscuro de gran maestría literaria, la de Edgar Allan Poe.
No lo decimos nosotros, lo decía él de sí mismo, así se definía, en base a su orientación sexual, sus adicciones y su arte literario. Hablamos de Truman Capote.
Famoso por su Gran Gatsby e inolvidable por sus cuentos, un tipo elegante y ocurrente, así era Francis Scott Fitzgerald.
Thomas Hardy era un enamoradizo hombre de campo que escandalizó a la sociedad de su tiempo con sus novelas. Y cuyo corazón fue enterrado lejos de su cuerpo...
Ray Bradbury fue un escritor longevo pero no tanto como para celebrar los 100 años que hubiera cumplido el 22 de agosto de 2020, claro que nos queda el placer de leerlo.
Así temía Melville pasar a la historia, como el hombre que vivió entre caníbales; Moby Dick lo salvó de tan aciago destino aunque él murió sin saberlo.
William Golding fue el caballero británico y Premio Nobel de Literatura que nos advirtió que podemos evolucionar hacia lo racional y lo civilizado pero también hacia lo salvaje.
Nelle Harper Lee es la autora de Matar a un ruiseñor, una de las novelas más deliciosas y honestas de la literatura americana pero ¿quién fue la mujer que escribió tan notable novela?
Charlotte Brontë, la mujer que se enamoró de su profesor y que rechazó hasta 4 propuestas de matrimonio para acabar casándose contra la voluntad de su padre además de escribir una de esas novelas que no puedes dejar de leer: Jane Eyre.
Washington Irving fue el primer escritor genuinamente americano, el primero norteamericano en vivir de la literatura, el primer hispanista, un pionero de la literatura norteamericana que vivió en La Alhambra.