Lo que está mal en el mundo (según G.K. Chesterton).

Lo que G.K. Chesterton creía que estaba mal en su mundo cabe que siga estando mal en el nuestro… o no.

G.K. Chesterton fue un escritor prolífico y, aunque pase por ser el filósofo por excelencia del conservadurismo clásico, sus escritos tienen un innegable valor literario; precisamente por eso, por su valor literario, cuando hablamos por primera vez en BeisBook acerca de lo que escribió Chesterton nos quedamos con El Hombre que fue Jueves, las paradojas de Mr. Pond y por supuesto el icónico y detectivesco Padre Brown; pero estaríamos dejándonos mucho Chesterton fuera de sí mismo si no nos zambullésemos también en sus ensayos; para hacer ese ejercicio hemos elegido uno breve pero muy completo, fácil de leer y que encierra, en buena medida, el pensamiento de Chesterton: Lo que está mal en el mundo.

En este ensayo Chesterton repasa los aspectos que, en su opinión, están mal en el mundo y por qué, los va listando uno tras otro, desvelando su opinión al respecto y, una vez fijada la posición, explicando las razones que lo llevan a esa posición; se trata de un ensayo bien estructurado, de ahí que resulte fácil de leer, pero incómodo, es un ensayo que muerde y no precisamente porque las opiniones de Chesterton en algunos aspectos nos parezcan extemporáneas sino por cuánta verdad encierran sus planteamientos.

Lo que está mal en el mundo es que no nos preguntamos qué está bien.

Lo primero que está mal en el mundo, en opinión de Chesterton, es que no somos conscientes de lo que está bien en el mundo, nos limitamos a enfangarnos en lo que está mal dando lo bueno por hecho, sentado y seguro; lo cierto es que, así planteado, resulta difícil no estar de acuerdo incluso con los pies bien plantados en el S.XXI: basta escuchar un rato la radio o leer los titulares de los periódicos para ahondar en la sensación de que vivimos los peores tiempos posibles, algo que difícilmente puede ser cierto si pensamos, por ejemplo, en los grandes conflictos bélicos que vivió Europa en el S.XX.

Es ahí, en ese primer planteamiento, donde Chesterton nos engancha y nos lleva paso a paso por su análisis del mundo a través de sus ojos y tamizado por sus ideas; para Chesterton la educación es otra de las cosas que están mal en el mundo ¿quién podría negarlo hoy? y dice algo más, dice por qué está mal… porque carece de verdad, porque no alienta el deseo de verdad de los estudiantes, algo que bien podríamos pensar que sigue sucediendo hoy, es más, cabe que hoy suceda incluso más que entonces.

El hogar es el único lugar de libertad.

El punto más polémico de este ensayo, el que resulta difícil sino imposible de leer sin revolverse en el asiento, es el que tiene que ver con el feminismo; nos ponemos a la defensiva desde el primer momento porque Chesterton se posiciona en contra y no hablamos de estar contra el feminismo hegemónico hoy, un feminismo polémico que llega a defender posiciones que niegan el ser de una mujer o respetan su sometimiento a terceros por razones culturales y religiosas, sino contra el feminismo de las sufragistas, de aquellas mujeres que pedían cosas tan básicas como que las mujeres tuvieran derecho al voto.

¿Te mueres ya de ganas de tirar a Chesterton por el balcón en lugar de leerlo? Nuestra recomendación es que no lo hagas, que mires para otro lado cuando fija su posición frente al hombre y la mujer y lo que pintan cada uno en la sociedad, que te permitas el lujo de negarle la razón cuando anticipa que ‘el feminista hervirá con una reprimenda de protesta al leerlo‘ y léelo con detenimiento para descubrir por qué considera que esa posición es la ideal… Descubrirás entonces que si bien lo que Chesterton vio venir y nosotros estamos viviendo no nos hace compartir su posición respecto a la mujer, sí nos ayuda, tal vez, a desentrañar lo que está mal en el mundo… hoy. (¿Te intriga este planteamiento? Hay motivos… los encontrarás en ‘Lo que está mal en el mundo’ de Chesterton).

Incluso cuando es libre de criticar, la prensa sólo se dedica a adular.

En este breve ensayo, poco más de 130 páginas, Chesterton habla del hombre y de la mujer, de la escuela, el hogar, la familia, de la democracia, del imperio, de la iglesia, de la propiedad… y lo hace acordándose de gentes tan notables como Kipling, Bertrand Shaw, Stevenson o Jane Austen entre otros ilustres escritores; no ahondaremos más en el ensayo porque ya sabes que no nos gusta caer en el spoiler ni siquiera hablando de ensayos.

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