7 cosas que debes saber acerca de John Stuart Mill y su pensamiento.

En estos días duros en los que nuestra libertad se ha visto confinada a la intimidad de nuestras casas, es necesario recordar su valor y su importancia y nadie como John Stuart Mill para ayudarnos en esa tarea.

No son pocas las palabras que hay que utilizar para decir quién fue John Stuart Mill: filósofo, economista, político, feminista, liberal, utilitarista (con matices)… y hombre de suerte relativa; su infancia se parecía más a una vida cuartelaria que familiar, la exigencia de su padre en los estudios era un 24/7, no había juegos, no había amigos, no había vacaciones… por no haber podríamos decir que no había padre sino un instructor de corte casi militar; con 20 años, y habiendo asumido desde adolescente no sólo su formación sino la de sus hermanos pequeños para quienes ejercía de profesor, cae en una depresión fruto, probablemente, de un intenso agotamiento emocional además de dudas casi existenciales acerca de los princpios utilitaristas de su padre que habían sido la base de su educación.

Y cuando conoce a una mujer que lo seduce personal e intelectualmente no sólo resulta que está casada y su mera amistad es vista con grandes recelos por la sociedad más rígida que ha conocido Inglaterra (la victoriana), sino que el marido de ella se interpone en cualquier tipo de relación por lo que ésta es, al principio, sólo epistolar, totalmente platónica; la pena para Mill es que, si bien llegó a casarse con su amada, le duró más la amistad que el matrimonio, Harriet Taylor Mill murió tras pocos años de convivencia con nuestro filósofo, economista y político John Stuart Mill, un hombre estudioso y estudiado que trató de guardar su depresión en un cajón, defender aquello en lo que creía y dejar un legado impagable para quien quiera descubrir lo que es, de verdad, la libertad.

¿Qué es lo que tienes que saber de John Stuart Mill para entender mejor si cabe su obra? te lo contamos a continuación.

  • 1 7

    El niño sin infancia

    Nos atrevemos a definirlo así porque ¿qué es una infancia sin amigos, juegos ni vacaciones? ¿y una con un padre que despierta miedo en lugar de alentar amor? el propio John Stuart Mill llegó a decir: ‘los hijos de mi padre ni le amaron a él ni sintieron ningún tipo de afecto por nadie más’.

    Segar su infancia no fue algo que su padre hiciera de forma inconsciente sino más bien al revés, seguía el que él consideraba el plan perfecto para educar a sus hijos…

  • 2 7

    Educación utilitarista y terriblemente exigente

    El plan que seguía su padre, siendo además John Stuart Mill el mayor de sus hermanos, resultó de una exigencia extrema: con 3 años ya estaba aprendiendo el alfabeto griego, con 8 ya había leído hasta los diálogos de Platón y muchos libros de historia, comenzó entonces a estudiar latín y álgebra; después, además de seguir con sus lecturas y estudios, le tocó ser además profesor de sus hermanos; con 10 años leía a Demóstenes, con 12 a Aristóteles en versión original y con 13 a Adam Smith y David Ricardo, a quien además conocía personalmente porque era amigo de la familia.

    Nunca fue a la escuela ni tampoco a la universidad porque, según su padre, porque la principal actividad de estos lugares dera la pérdida de tiempo.

  • 3 7

    ¿Resultado de todo lo anterior? una grave depresión a los 20 años

    A los 20 años los principios utilitaristas de su padre que habían sido la base de toda su exigente educación comenzaron a tambalearse y en esas circunstancias, dado que toda su vida estaba construída sobre ellos, el propio Mill sintió tambalearse su equilibrio mental.

    Sufrió una depresión que a duras penas logró superar porque dedicó toda su vida a tratar de librarse de la terrible carga que los principios utilitaristas que su padre había grabado a fuego en él durante toda su infancia y juventud suponían.

  • 4 7

    Larga amistad primero (aunque a distancia, epistolar), matrimonio después, la historia de Mill y Taylor

    Con 24 años y todavía con sus crisis personal abierta, John Stuart Mill se enamoró de Helen Taylor, mujer de gran caracter, feminista, socialista… y casada. Así que la relación fue platónica hasta que ella enviudó y, como no estaba la vida para venirle de cara a Mill en ningún momento, esa viudadedad tardó 20 años en llegar y su matrimonio con su amor platónico le costó además la relación con su madre.

    John Stuart Mill era un hombre cultivado y pensante pero jamás se liberó del peso que suponía haber crecido bajo la férrea dirección de su padre, dicho de otro modo, nadie le había enseñado a volar solo y cuando por fin se consumó su matrimonio en cierto modo su mujer jugó el papel del padre aunque es cierto que, una vez ella falleció, Mill supo desembarazarse de la parte de esa influencia que no acababa de encajar con su pensamiento (que no era toda, ni mucho menos).

  • 5 7

    Defendió la igualad de derechos de la mujer en el parlamento, fue el primero en pedir el voto para la mujer

    La más notable influencia que Harriet Taylor ejerció sobre John Stuart Mill fue la que lo llevó a formar parte de la tradición feminista británica lanzada años antes por Mary Wollstonecraft; formó, además, parte activa porque fue él quien presentó en 1866, como miembro del partido liberal y del Parlamento Británico,  la demanda en favor del voto femenino; fue rechazada pero tuvo notable importancia porque a partir de ahí nace el famoso movimiento de las sufragistas liderado por Lydia Becker.

  • 6 7

    Libertad, libertad, libertad

    John Stuart Mill no solo fue un defensor de la libertad sino todo un estudioso de la misma ¿por qué? porque sabía de la tendencia del ser humano hacer de su libertad un arma para limitar la de otros y por eso definió la libertad como todo aquello que puedes hacer sin molestar a los demás.

    Mill consideraba, además, que la libertad de expresión era vehículo de progreso, defendía que las minorías deben ser respetadas porque, de no ser así, no se podría hablar de democracia.

    Insiste Mill en la libertad de expresión como vehículo de progreso porque asume que no hay verdades completas y eternas sino que incluso en los planteamientos más peregrinos puede haber algo de verdad y por eso la expresión y escucha de todo y de todos es necesaria para el progreso social.

  • 7 7

    No a la esclavitud y a la sobreexplotación de recursos naturales

    Por supuesto, siendo un claro defensor de la libertad, John Stuart Mill era contrario a la esclavitud; lo que no era es un libertario de libro porque sí defendía cierto control estatal para evitar la sobreexplotación de los recursos naturales que en una economía libre podría suceder.

Etiquetas: , ,