10 cosas de Truman Capote que no todo el mundo conoce.
¿Sabías que era un hombre supersticioso a rabiar y celoso hasta perder el control? Descubre éstas y otras curiosidades de la vida y persona de Truman Capote a continuación.
Truman Capote no fue un tipo común; uno no pasa por su vida sin sorprenderse al descubrir curiosidades, como poco, llamativas y es que Truman Capote fue siempre un tipo raro, desde niño y hasta el final de sus días, un final que todavía a día de hoy es confuso ¿se suicidó o murió víctima del cáncer? Hay teorías que sustentan ambos planteamientos, ahora bien, ¿acaso importa?.
Somos defensores del disfrute literario por encima del vil ser mortal que haya creado tales obra literarias pero somos también conscientes de que siendo de otro modo y viviendo otras vidas ni Truman Capote hubiera escrito A Sangre Fría ni Hemingway El Viejo y el Mar, por poner un par de ejemplos; y por eso, porque sus vidas importan en la medida en que de ellas nacen sus obras, nos gusta descubrir las curiosidades que guardan, si las tuvieran… y en el caso de Truman Capote ¡vaya si las guarda!.
Empezó a escribir con 8 años (con 11 ya escribía relatos…), era supersticioso hasta el infinito, celoso a más no poder y tenía un temperamento, además de caliente, adictivo, tanto que él mismo se definía tal que así: soy alcohólico, drogadicto, homosexual y un genio; si a este retrato añadimos que era también un fumador empedernido cabe que, personalmente, no acabe de resultarnos atractivo… claro que ese rechazo cimentado en sus adicciones se desvanece ante la magnificencia de sus obras.
Pero no no vamos a hablar de lo que ha escrito (Breakfast at Tiffany’s, In Cold Blood…) sino de quién era él, Truman Capote, y vamos a hacerlo sorprendiéndonos ante algunas curiosidades de su vida y de sí mismo.
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No se llamaba Truman Capote
Su nombre era Truman Streckfus Persons pero se lo cambió a la edad de 11 años; ¿y de dónde salió el ‘Capote’? No fue una ocurrencia sino que era el apellido del segundo marido de su madre, un cubano de origen canario.
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Comenzó a escribir a los 11 años
Era un niño introvertido que además no recibía demasiada atención ni de su padre ni de su madre biológica; eso no facilitó su relación infantil con el mundo pero le permitió descubrir otro mundo a través de la lectura, de ahí a la escritura sólo mediaba un paso; a las 11 años, cuando ya había sido adoptado por el segundo marido de su madre, quien se ocupó de él mejor que sus progenitores biológicos juntos o separados, ya escribía sus primeros relatos.
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Sufrió la misma pesadilla durante años
Tiene que ser realmente inquietante sufrir la misma pesadilla una y otra vez… Seguro que Truman Capote se preguntó a santo de qué le ocurría aquello y es que soñaba de forma recurrente que estaba entre bambalinas, esperando para entrar en escena en un teatro y se daba cuenta de que había olvidado por completo su texto…
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Era fiel a sus supersticiones
Supersticioso a más no poder, Truman Capote jamás se hospedaba en la habitación número 13 de hotel ni viajaba en la fila número trece de un avión, nunca terminaba un libro ni cualquier otro trabajo en viernes porque todo ello daba mala suerte; pero no eran esas sus únicas supersticiones conocidas, tenía algunas más y en particular una que resulta de lo más curioso: nunca apagaba en el mismo cenicero más de tres colillas.
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Era celoso (de todo y de todos)
Sus celos eran patológicos, así lo reconocía él mismo; es más, no eran unos celos que se ciñeran al ámbito sentimental ¡qué va! Era celoso en todos los ámbitos de su vida, también en el profesional.
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Escribió en PlayBoy
No deja de tener su morbo que el tipo que se reconocía homosexual, lo cual en su tiempo tenía su dosis de atrevimiento, escribiera en una de las revistas que más ha enaltecido el aire provocador de las mujeres… (por decirlo así… así como si fuésemos más discretos, que no más elegantes, que Truman Capote).
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Fue el guionista de El Grant Gastby
¿Sabías que la adaptación hollywoodiense de El Gran Gatsby la escribió Truman Capote? Pues así fue, ese fue uno de sus coqueteos con la industria del cine (que no el único, de hecho llegó hasta hacer de figurante en una película).
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Ray Bradbury le debe algo...
Cuentan las crónicas de la época que fue Truman Capote quien leyó un relato de Ray Bradbury, todavía un escritor novel y absolutamente desconocido, y recomendó su publicación.
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Fue amigo de Harper Lee... y de los Rolling Stones
Lo de las amistades de Truman Capote da para completar la crónica rosa más atractiva de su tiempo: fue amigo de Harper Lee, ganadora del Pullitzer, desde niño (la conoció en el tiempo en el que fueron vecinos, mientras su madre se divorciaba de su padre y encontraba a su segundo marido) pero también de los Rolling Stones…
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¿Murió de cáncer o se suicidó?
A saber… Algunos dicen que fue el cáncer el que acabó con su vida, otros que murió de su propia mano, suicidándose igual que hiciera su madre ¿se suicidó al saber que había sido condenado a muerte por el cáncer? En realidad no lo sabemos y esto no hace más añadir misterio a la vida y obra de Truman Capote dándole ese halo atractivo e inquietante que sólo tienen los grandes personajes de la historia literaria.