Un Mundo Feliz. Aldous Huxley.
Un Mundo Feliz es una de las 4 distopías que necesitas leer para entender la deriva que va tomando el mundo ¿cuáles son las otras 3? Rebelión en la Granja y 1984 de Orwell y Fahrenheit 451 de Bradbury.
¿Quieres vivir en un mundo feliz ? ¿quién no querría vivir en un mundo feliz? La respuesta es sencilla: un adulto, porque un adulto sabe que el mundo ni feliz ni deja de serlo, sabe que la vida no es justa y que somos lo que hacemos con lo que nos ha tocado por lo demás todo es azar o, para quienes vivan desde una perspectiva religiosa, el dedo de Dios.
Si todavía estás dándole vueltas a la idea feliz de un mundo de alegrías decretado por ley hasta el punto de que te seduce la idea, tenlo claro, tienes que leer Un Mundo Feliz de Aldous Huxley porque nadie mejor que este magnífico escritor británico para explicártelo.
Estado mundial: Comunidad, Identidad, Estabilidad.
El Mundo Feliz de Huxley empieza por borrar el dolor del mundo, el dolor físico y emocional ¿cómo? las mujeres ya no parimos, los seres humanos ya no nacen sino que se decantan de sus frascos y crecen en lo equivalente a un orfanato del mundo real (en la novela ‘Centro de Incubación y Condicionamiento’), sin padres porque los padres no existen (literalmente) y sin envejecer, nos mantenemos jóvenes y lozanos hasta los 60 o 70 años, momento en el que, sin más, morimos sin enfermedad ni dolor alguno porque la gran ventaja de este modo de nacer es que lo de la selección de embriones funciona a todo tren.
No creas que te estamos desvelando el libro, esto que te acabamos de contar es el principio del libro, te hemos puesto en situación como te pone Huxley en los primeros párrafos de Un Mundo Feliz. Como consecuencia de este modo de nacer la familia no existe ¿y cómo se decide quienes se dedican a unos u otros trabajos en la sociedad? seremos discretos y no desvelaremos mucho, solo volveremos a señalar la selección de embriones añadiendo una referencia al mundo real más: la sociedad de castas absolutamente impermeables como la india.
Mellizos idénticos pero no en ridículas parejas o de tres en tres como enlos viejos tiempos vivíparos (…) mellizos por docenas, por veintenas a un mismo tiempo. (…) El método Bokanovsky es uno de los mayotes instrumentos de la estabilidad social.
Dado que estamos predestinados a ser felices con lo que somos y lo que tenemos porque hemos sido casi programados para ello la felicidad no será una obligación sino una consecuencia, sin más ¿seguro? ¿cuáles son las consecuencias de abolir la familia, la maternidad y la paternidad? ¿y las de vivir una vida de satisfacción absoluta de los sentidos sin dificultad ni esfuerzo alguno? ¿y la de la ausencia absoluta de libertad y de esencia individual?.
A todas esas preguntas responde Huxley en su novela a partir del momento en el que una pareja de su Mundo Feliz se va de vacaciones a una reserva, una reserva en la que viven indios, seres humanos sociales de los que se emparejan por siempre jamás, copulan y paren a sus hijos y además los crían.
Este es el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que no tiene que hacer. Todo condicionamiento se dirige a lograr que la gente ame su INEVITABLE destino social.
Lo que más incomoda de esta novela no es tanto su planteamiento ni el relato que Huxley arma en él sino la idea esencial de la que parte: el individuo no tiene valor alguno más que como ente social, no ha de tener por tanto voluntad ni necesita más libertad que la de elegir entre las opciones que se le ofrecen ¿y si algo falla? pastillitas de colores… (soma o nuestro prozac); porque una de las cosas que suceden es que, al menos en algunos casos, algo falla ¿cómo es posible? ¿tal vez porque el ser humano no sabe que hacer con su natural ambición ni sabe tampoco vivir siguiendo un guión sin emoción sorprendente alguna, sin ilusión?. Tal vez.
Todo lo que genera emociones se anula porque las emociones son un riesgo, el riesgo de provocar ilusiones y deseos, de hacer que los seres humanos se sienta con el derecho y la capacidad de satisfacerlos, no hay parejas estables porque el amor podría provocar una distorsión en la fuerza que mantiene el orden en esta sociedad en la que todo el mundo es feliz por real decreto. No hay dolor, no hay sufrimiento, no hay pena ni drama… ni sus antagonistas. Tampoco hay libros ni conocimiento ni ganas de adquirirlo, no hay de hecho ni tan siquiera constancia de que haya nada que conocer… ¿Qué hay entonces? la necesidad de que tú mismo leas Un Mundo Feliz, de Huxley.
Todo el mundo pertenece a todo el mundo.
¿Te has preguntado cómo nace el Mundo Feliz de Huxley? con PROPAGANDA intensiva contra la reproducción vivípara, con una campaña contra el pasado, con el cierre de museos, la VOLADURA DE LOS MONUMENTOS históricos, con la SUPRESIÓN DE TODOS LOS LIBROS y folletos… El resultado es que el PROGRESO es tal que los ANCIANOS TRABAJAN, cooperan, no tienen tiempo que no puedan llenar con el placer, ni un solo momento para sentarse y pensar.
Empezábamos este review de Un Mundo Feliz diciendo que un adulto no querría vivir en este mundo y no lo decimos solo porque sea nuestra opinión, que lo es, lo desvela el propio Huxley en la novela cuando define a los hombres, mujeres y hermafroditas del mundo feliz: adultos intelectualmente y en el trabajo y niños en lo qeu se refiere a los sentimientos y deseos. Claro que por grande que sea el condicionamiento y el control social, dado que se hace todo evitando el uso de la fuerza, cabe la posibilidad cierta de que haya personas que con el paso del tiempo, por una razón u otra, han adquirido excesiva conciencia de su propia individualidad para poder vivir en comunidad. Personas que no se conforman con la ortodoxia, que tienen ideas propias. En una palabra, personas que son alguien. Esas personas son apartadas de la sociedad.
Créenos, te hemos desvelado algunas cosas pero en el Mundo Feliz de Huxley descubrirás muchas más…
Hay cuatro novelas distópicas que son hoy de lectura obligada para entender la deriva que el mundo parece estar tomando; una de ellas es El Mundo Feliz, de las otras tres hemos dado ya buena cuenta en esta revista: Rebelión en la Granja y 1984 de George Orwell y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. ¿Alguna, o peor, ¡todas! están en tu lista de lecturas pendientes? las cuatro son novelas distópicas no muy largas que podrás devorar con gran placer este verano para encarar el otoño con una visión del mundo más clara, más lúcida, más sabia y argumentada, casi clarividente…