Daphne du Maurier, la escritora de cabecera de Alfred Hitchcock.
Daphne du Maurier, una niña de la alta socidad inglesa bien educada y bien casada que acabó convirtiéndos en la escritora de cabecera de Alfred Hitchcock ¿y enamorándose de una mujer?
Daphne du Maurier no forma parte de los escritores considerados canónicos, claro que si solo leyésemos a los canónicos entonces el canon dejaría de tener sentido ¿por qué de entre el magma de escritores británicos elegimos a Daphne du Maurier para dedicarle unas líneas? porque más allá de su maestría literaria y de que se acerca du aniversario, si algo no se puede negar es la creatividad de esta escritora, tampoco su elegancia a la hora de contar historias. Y no lo decimos solo nosotros, cuentan que Alfred Hitchcock tenía ‘fichados’ a unos cuantos escritores no por su arte literario sino por su creatividad, por su capacidad de crear historias maravillosas, Daphne du Maurier era la primera de esa lista, de hecho la película más famosa de Hitchcock -Los pájaros- se basaba en un relato de du Maurier y esa no fue la única de sus ideas que acabó en el cine. Pero empecemos por el principio ¿quién era Daphne du Maurier?
Daphne du Maurier era una niña bien, la mediana de una adinerada familia de tres hijas: sus padres eran actores relevantes, Sir Gerald du Maurier, también productor, y Muriel Beaumon, y no eran los únicos personajes bien relacionados de la familia: su abuelo fue un importante autor y dibujante y su tío un periodista y conferenciante destacado de la época ¿más conexiones? aunque esta sea más curiosa que relevante merece también ser recordada: era prima de los niños Llewelyn Davies, los amigos de J. M Barrie en los que este se basó para escribir una de las historias más célebres de la literatura universal, la de Peter Pan.
Happiness is not a possession to be prized, it is a quality of thought, a state of mind.
Daphne recibió una buena educación y siempre quiso ser escritora, de hecho escribió su primera novela con poco más de 20 años y para entonces ya había publicado varios relatos; esa primera novela fue la más célebre de todas ellas, Rebecca, pero no la única, La Posada Jamaica es también una de sus obras notables por no extendernos hablando de sus relatos, algo que por otra parte ya hicimos aquí.
Voviendo a la autora, nació en Londres pero no vivió siempre allí, lo que sí fue una constante toda su vida fueron sus buenas conexiones sociales: se casó con un militar, Frederick Browning, quien ingresó en el ejército durante la I Guerra Mundial, participó en la Segunda y fue condecorado, ostentaba de hecho el título de Sir que convertía a nuestra escritora en Dama Comandante de la Orden del Imperio británico. El matrimonio tuvo tres hijos, todos nacidos en el castillo de Menaville, en Cornualles, donde establecieron su residencia; pero no puede decirse que se tratara de un matrimonio feliz o al menos no todo lo satisfactorio que Daphe du Maurier había esperado, de todos modos sí fue un matrimonio duradero como por otra parte cabía esperar en alguien de su estatus social, enviudó en 1965 y pasó sus últimos años en su casa Kilmarth, en Cornualles; allí sigue, de algún modo, porque cumpliendo sus últimas voluntades fue incinerada y sus cenizas esparcidas en los acantilados de Fowey, en Kilmarth.
Women want love to be a novel, men a short story.
Eso es lo que dice su biografía pero ¿cómo era realmente la mujer capaz de hilar historias tan tremendas como la que cuenta en Rebecca o en relatos como Los pájaros? pasaba por ser una persona solitaria y algo fría incluso con sus hijos aunque también de ser una magnífica anfitriona, esto último especialmente mientras vivió en el castillo de Menaville; lo más confuso de su biografía tiene que ver con su sexualidad y nos lleva de nuevo a la insatisfacción que le produjo su matrimonio, no hay certezas pero sí ciertas evidencias acerca de la bisexualidad de nuestra escritora de hecho ella misma hizo alguna referencia al respecto: decía que su padre había deseado que ella fuera un niño y que ella misma deseaba haber sido niño, esa afirmación en sí podría no encerrar más que cierto deseo de complacer al padre pero en su correspondencia la propia du Maurier va más allá al reconocer que vivían dos personas en ella: la esposa y madre, que era la mujer que todos conocían, y la amante, una fuerza masculina de la que nacía su creatividad y que la llevó a vivir una relación romántica con la actriz Gertrude Lawrence, dicho esto con toda prudencia porque los respectivos hijos de ambas mujeres negaron tal relación.
Writers should be read, but neither seen nor heard.
¿Por qué recomendamos leer a Daphne du Maurier? porque leer es un placer y leer a du Maurier también una aventura, sus historias son a veces terribles pero siempre elegantes, sugerentes, intrigantes y deliciosas ¿hacen falta más razones para recomendar Rebecca, La Posada Jamaica o los diferentes compendios de relatos cortos que se conservan de ella? pensamos que no y Alfred Hitchcock está deacuerdo con nosotros.