Bram Stoker y los vampiros que nos quitaron el sueño.
Bram Stoker es el padre de Drácula, uno de esos escritores que han sucumbido a la fama de su criatura…
Bram Stoker era irlandés y, como buen irlandés, sabía de la tenebrosidad de lo divino y de lo humano, era además conocedor del modo en el que la línea tan invisible como infranqueable que separa el mundo de los vivos y los muertos se abría una vez al año, así lo creían los celtas irlandeses y así lo celebraban cada otoño en una fiesta que es, además, el origen del popular Halloween, el Samhain; ese encuentro de vivos y muertos bien pudo haber servico como inspiración a Stoker para sacarse de las ideas a un vampiro eterno, Drácula, uno que se mueve entre ambos mundos incluso cuando la unión entre ambos permanece cerrada… claro que eso sucedió más tarde, cuando el príncipe Vlad Tepes de Valaquia y algunas leyendas rumanas no le eran extrañas…; hubo vida en Stoker antes de Drácula (y, afortunadamente, también después).
Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae.
Bram Stoker nació en una familia acomodada y amante de la cultura en general y de los libros en particular, fue el tercero de siete hermanos y, a priori, lo tenía todo a favor pero el destino es caprichoso y se la jugó al pequeño Bram de la peor de las maneras, a golpe de enfermedad, de este modo nuestro escritor pasó parte de su infancia sin apenas salir de casa, ni tan siquiera iba a la escuela aunque, dado el valor que sus padres concedían a la educación y su situación acomodada, tuvo profesores particulares que se ocuparon de su formación hasta que cumplió 7 años; cuentan los biógrafos de Bram Stoker que durante esos años su madre lo entretenía contándole historias y leyendas de miedo y fantasmas…; a partir de los 7 años la diosa fortuna le sonrió alejando de él la mala salud, comenzó entonces sus estudios en el Trinity College, donde entabló amistad con Oscar Wilde, y pasó de ser un niño débil y enfermizo a ser un adolescente tan vital y energético que fue campeón de atletismo y se licenció con Matricula de Honor en matemáticas.
La desazón es un instinto y un modo de advertencia.
Cuando estaba cursando la parte final de sus estudios, comezó a trabajar como funcionario en el castillo de Dublín, que era la sede del gobierno británico en Irlanda y también el lugar en el que trabajaba su padre, además trabajó como periodista cultural, especialmente como crítico de arte y teatro, en el Dublin Evening Mail y para otras publicaciones tanto en Irlanda como en Inglaterra e incluso llegó a aprobar las oposiciones de abogado del estado. Claro que la literatura pudo más, siempre pudo más y con apenas 25 años ya publicó sus primeros cuentos, para su obra más representativa había que esperar un poco más, Drácula se publicó en 1897.
Cuando el corazón de una mujer está libre, el qeu la ama puede albergar siempre una esperanza.
Arthur Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes y su querido Watson, elegió la terrible novela vampírica de Stoker y Oscar Wilde dijo de ella que era la obra de terror mejor escrita del mundo, un elgio que tiene un valor adicional toda vez que el bueno de Stoker se había casado y tenido un hijo con una ex-novia de Wilde, Florence Balcombe, una mujer por la que, según cuentan, Wilde sentía afectos tan profundos que ante la boda de ella con su mejor amigo dejó Irlanda y puso rumbo a Inglaterra; Florence Balcombe tuvo además notable importancia en la vida de Stoker y también después de su muerte puesto que ella fue la responsable de su legado literario; gracias a ella conocemos pequeñas y deliciosas piezas como ‘El invitado de Drácula’ que pasa por ser el relato corto precursor de Drácula y también fue la responsable de la destrucción de casi todas las copias de Nosferatu, una película de terror basada en la novela de Stoker pero realizada sin el permiso del escritor.
Bram Stoker murió a los 64 años a causa de la sífilis, una enfermedad venerea de la que se cree pudo haberse contagiado en algún prostíbulo de París (sí, como todos los escritores y como todos los humanos mortales Stoker también tenía un lado oscuro; se cuenta, se dice, se rumorea… que Stoker era en realidad homosexual, un homsexual reprimido porque la moral victoriana incluía en su repertorio de dogmas de obligado cumplimiento una importante represión sexual).