Walt Whitman, el poeta obsceno.
Lo trataron de poeta obsceno por la sensualidad (y sexualidad) de sus versos en Hojas de Hierba pero no era eso, era el nacimiento de la poesía en verso libre.
Fue, por encima de todo, un espíritu libre, tan libre que con 15 años ya vagaba solo por el mundo y escribía versos, versos de rima libre, de ideas complejas y a veces contrapuestas, románticos, eróticos, políticos, religiosos, naturales… nada que tocara el alma emocial de este poeta quedaba fuera de sus versos.
De Walter Whitman, llamado Walt desde niño para evitar confusiones con su padre (también llamado Walter), sabemos algunas cosas e imaginamos otras porque lo cierto es que ignoramos muchas ¿era homosexual? cabe que sí ¿bisexual? tal vez, pero no hay certeza de ello; en todo caso, empezaremos por lo que sí sabemos a ciencia cierta.
Nació en primavera, un 31 de mayo, en el seno de una familia de granjeros de Long Island, aunque no contaba más que 4 años cuando su padre (británico), aprovechando un boom de la construcción, se convirtió en carpintero y se mudó con su madre (holandesa) y toda la familia a Brooklyn. Walt era el segundo de nueve hermanos y, dado que la economía familiar era precaria y él era de los hermanos mayores, pronto tuvo que comenzar a trabajar.
Que se callen los credos y las escuelas,
Que retrocedan un momento, conscientes de lo que son y
Sin olvidarlo nunca.
Dejó el colegio a los 11 años y trabajó primero con una firma de abogados y después para un médico, más tarde en una imprenta y a los 16 años ya publicaba poemas en el diario New York Mirror, lo hizo sin firmarlos, demostrando que no era del todo cierta la afirmación de Virginia Woolf, quien decía que a lo largo y ancho de la historia ‘anónimo’ era siempre una mujer. Su familia regresó a Long Island y él abrió sus alas y voló libre y solo. Se quedó en Brooklyn primero, después en Nueva York. Aunque esta primera aventura sólo duró dos años, a los 17 su mundo estaban tan del revés que volvió a casa y durante los dos años siguientes dio clases en pequeñas escuelas rurales, un trabajo el de maestro que no le satisfacía.
Imagina una mesa redonda en el centro de un gran salón, e imagina sentados a ella a Walt Whitman con Oscar Wilde a su izquierda y Emerson a su derecha, frente a ellos Thoureau… Nunca sucedió pero pudo haber sucedido porque si algo tienen en común Emerson, Wilde, Thoureau es su admiración por Whitman y al propio Whitman porque todos lo conocieron y él los conoció a todos. Pero no adelantemos acontecimientos…
En 1938 regresó a Nueva York y, aprovechando la experiencia adquirida en el mundo del periodismo en su etapa como aprendiz en The Patriot y en el semanario The Long Island Star, funda su propio periódico, The Long-Islander, donde trabaja como editor, redactor y distribuidor, cuentan que llegó a entregar él personalmente los periódicos.
No llegó a cumplir un año al frente de The Long-Islander cuando lo vendió y vagabundeó de nuevo entre trabajos de tipógrafo y profesor, escribiendo y también publicando editoriales y ensayos en algunos periódicos.
La pregunta, ¡oh, mi yo!, la triste pregunta que
Vuelve: “¿Qué hay de bueno en todo esto?”
Y la respuesta:
“Que estás aquí, que existen la vida y la identidad,
Que prosigue el poderoso drama y que quizás
Tú contribuyes a él con tu rima
La década de 1840 puso a Whitman rumbo a la poesía no sin antes darle algún que otro disgusto; en 1840 fue acusado de sodomía en una de las escuelas en las que trabajaba como profesor, tal fue la acusación que la escuela apareció más tarde en algunos mapas de Nueva York como ‘Escuela de Sodoma’; volvió entonces al periodismo y vaganbundeó de nuevo por varias publicaciones para dar con sus huesos en la calle en 1848 cuando fue despedido de su puesto como editor del Broolyn Eeagle por motivos políticos.
Cabe, antes de seguir adelante y llegar al mundo poético de este magnífico autor, hacer notar un par de cosas acerca de Whitman, en cuanto a sus tendencias políticas y también religiosas; era n hombre con ideas propias y eso suele ser causa de pocas cosas buenas en casi cualquier sociedad, el peaje a pagar por la libertad de ideas suele ser alto; Whitman creía en todas las religiones y en ninguna, era deísta, creía en la existencia de un dios y en la inmortalidad del alma de un modo más emocional que justificado, no creía en los mitos, personajes e historias de ninguna religión; en cuanto a sus ideas políticas, fue su afinidad con el ala menos conservadora del partido demócrata lo que le costó su puesto en el Broolyn Eeagle, se oponía a la esclavitud pero no comulgaba con el abolicionismo e igual que decía con claridad a los estados del sur »o abolen la esclavitud o ella los abolirá a ustedes», era contrario a que los afroamericanos obtuvieran el derecho al voto.
Llegamos a 1850, una década marcada por el nacimiento del poemario más exquisito en lengua inglesa –Leaves of Grass-, cabe que lo sea incluso de la literatura universal, gentes como Borges -que lo tradujo al castellano- o Lorca además de Oscar Wilde, Emerson y Thoreau se rindieron a los versos de Leaves of Grass, Hojas de Hierba. Whitman comenzó a escribir esta obra en 1850 y, cinco años más tarde, corría él mismo con lso gastos de la primera edición, una edición de la que sacaría 795 copias. Nacía entonces el poeta y su obra con él, una obra que crecería hasta el mismo año de su muerte, 1892.
Fue tras la primera edición de Leaves of Grass cuando Emerson se declaró admirador de Whitman, lo hizo con una misiva dirigida al propio poeta que la incluyó en la segunda edición de este poemario añadiendo además 20 nuevos poemas. Thoureau se rindió tambien al arte poético de Whitman y alivió en parte el peso de las críticas que eran ya duras en cuanto a lo supuestamente obscenos (sexualmente explícitos) que resultaban algunos de sus poemas.
¡Las batallas se pierden con el mismo espíritu que se ganan!
¡Hurra por los muertos!
En 1862, siendo ya un poeta notable pero de dudosa reputación, se marchó a Washington y trabajó como enfermero voluntario en el ejército, eran los años de la guerra civil americana; la década de 1860 fue terrible en lo personal para Whitman, de sus 8 hermanos, uno de ellos moría de tuberculosis, otro era encerrado en hospital psiquiátrico y uno más capturado por los confederados, para cuando fue liberado su estado de salud era pésimo; Whitman consiguió un buen trabajo en el Departamento de Interior del que fue despedido, probablemente, por su dudosa fama a causa de sus Hojas de Hierba aunque por aquel entonces contaba ya a su favor con firmes defensores que vieron facilitada su labor por la publicación del poema Oh capitán! en el que el poeta hacía una oda a Lincoln (sí, el poema que todos conocemos en voz (doblada o no) de Robin Williams en la mítica película El Club de los Poetas Muertos).
Sus últimos 20 años estuvieron marcados por una salud débil; en 1873, año en el que moría su madre, sufrió su primer accidente cardiovascular; a pesar de estos golpes, Leaves of Grass seguía creciendo con nuevas ediciones y Whitman recibiendo el apoyo de ilustres admiradores, Oscar Wilde entre ellos, por entonces su mítico poemario ya había sido publicado también en Inglaterra.
En un modo a medio camino entre lo tétrico y lo estoico, Whitman hizo construir su propio mausoleo, visitó incluso las obras y en 1892, lo ocupó, descansa en él y junto a él toda su familia.
Sufro todo el tiempo. No tengo alivio, ninguna escapatoria: es monotonía – monotonía – monotonía en el dolor.
Y así, casi sin pena ni gloria, repasamos la vida de uno de los grandes de la literatura y volvemos sobre un tema del que hicimos sólo una mención nada más empezar ¿era Whitman homosexual o bisexual? ¿le llamaban el poeta obsceno más por eso que por la a veces explícita sexualidad de sus versos? ni tan siquiera sus biógrafos se ponen de acuerdo en ésto ni el propio autor, en un alarde de inteligencia que aplaudimos, dijo jamás media palabra. Quede pues su sexualidad para sí mismo hayan dicho lo que hayan dicho sus supuestos amantes y nosotros nos quedaremos con su obra cumbre: Hojas de Hierba (para fumarnos la vida).