William Shakespeare. La vida es puro teatro.
William Shakespeare, dramaturgo, poeta, creador de palabras, historias y personajes. Uno de los más grandes escritores que nunca han existido.
Para conocer a William Shaekespeare hay que viajar al S.XVI y estar dispuesto a aceptar que no son pocas las dudas acerca de los detalles de su vida, son en realidad tantas que comienzan por el mismo día de su nacimiento: sabemos que fue bautizado el 26 de abril de 1564 pero ¿cuándo nació? primer misterio. Para llegar al segundo misterio no hay que ir muy lejos, no está ni tan siquiera claro como debe escribirse su apellido o, por ser más exactos, como se escribía originalmente.
Cabe aquí señalar también que ese hombre cuya fecha de nacimiento desconocemos ha sido puesto en duda por muchos desde algo más de un siglo después de su muerte, por Walt Whitman por ejemplo, que si bien rinde pleitesía a la obra atribuida a Shakespeare no está dispuesto a aceptar que sea él su responsable ¿quería Whitman y quienes pensaban como él hacer pasar por anómina la obra de Shakespeare? lo cierto es que no, proponía otros nombres y otros hombres como posibles autores, el aristócrata Edward de Vere o el escritor Christopher Marlowe, por ejemplo, aunque entre todas las teorías acerca de la autoría de las obras atribuidas a Shakespeare, dominan básicamente dos, las que afirman que él era el autor y las que señalan a Francis Bacon como verdadero autor. Existen incluso teorías que admiten a Shakespeare como autor de la obra que se le atribuye pero en colaboración con al menos 6 autores más.
Nosotros en este punto comulgamos con la Enciclopedia Británica, o casi, donde se viene a decir que Shakespeare es el mejor escritor que en el mundo ha sido. Casi, decimos, porque negamos la mayor y no vamos a concederle ni un ápice más de grandeza, como sí hace la Enciclopedia Británica, que a nuestro querido Cervantes.
Comencemos, pues, por el principio, un principio fijado el 26 de abril de 1564, año en el que fue bautizado en Stratford-upon-Avon, Warwickshire, William Shakespeare, hijo de John Shakespeare y Mary Arden, comerciante él, aristócrata ella. La vida le iba bien a los Shakespeare y el pequeño William, que era el tercero de ocho hermanos, pero la alegría no duró mucho y el bueno de John cayó en desgracia, no se sabe con certeza si por alguna ilegalidad cometida en el comercio de lana, que era su trabajo habitual, o por sus vínculos católicos, el caso es que pasó de ser una figura respetada a no serlo en absoluto.
Aquí encontramos más dudas y misterios, se cree que la familia de Shakespeare era en su mayor parte analfabeta, incluso se dice que ni los padres ni los hijos de William Shakespeare sabían leer ni escribir pero no puede demostrarse ésto ni su contrario como tampoco se puede afirmar que William asistiera a la escuela local en la que se estudiba principalmente latín, por las referencias que encontramos en su obra cabe pensar que sí pero es precisamente este punto el que sirve a muchos incrédulos para sustentar su duda sobre la autoría de Shakespeare y la obra que se le atribuye.
En este punto conviene una reflexión acerca de las obras de Shakespeare no tanto por su interés literario como lingüístico: la lengua inglesa debe a la obra de William Shakespeare la friolera de 1,700 palabras, no se sabe (será por dudas…) si estas palabras fueron inventadas por él pero sí se puede afirmar que fue el primero en escribirlas y dejar así constancia de ellas.
Aunque ha pasado a la historia como escritor, lo cierto es que su profesión primera era la de actor, tan cierto como que se casó a la edad de 18 años con una mujer mayor que él a la que había dejado embarazada, corría en año 1582; seis meses después de la boda, Anne Hathaway -que, obviamente no tenía nada que ver con la actriz americana del S.XXI- dio a luz al primer hijo de la pareja, una niña, tendrían dos hijos más (mellizos, un niño y una niña) pero sólo las niñas llegarían a la edad adulta; se cree que Shakespeare escribió Hamlet en memoria de su hijo muerto a la edad de 11 años, de nombre Hamnet.
Lo que yo llevo dentro no se expresa: lo demás es ropaje de la pena
Se sabe muy poco de la vida de Shakespeare en sus primeros años de casado, las partidas de bautismo de sus hijos representan lo poco que se sabe de este ilustre personaje en esa época y hasta que llega a los teatros de Londres, ya en la década de 1590; viviría en Londres hasta 1611.
De su época londinense se sabe que tuvo un éxito considerable como actor y dramaturgo, que a nivel económico no lo fue mal y pudo incluso comprarse una vivienda en su localidad natal y otra en Londres, también que se cuidó mucho a la hora de hacer testamento dejando a su mujer sólo ‘la segunda mejor cama’. Lo cierto es que Shakespeare y su esposa pasaron gran parte de su vida separados, ella permanecía en la casa familiar mientras él vivía, trabajaba y hacía fortuna en Londres pero cuando se retiró no permaneció en Londres sino que regresó a su ciudad natal. En realidad hay muchas dudas, como en toda la vida de Shakespeare, respecto a su relación con su mujer aunque es comúnmente aceptado como cierto que el matrimonio fue forzado por la familia de la novia en cuanto se supo que estaba embarazada (ella tenía 26 años, el 18, una diferencia muy grande para la época) y que la relación entre ambos nunca fue cálida, el amor en Shakespeare estaba más en sus obras que en su matrimonio.
Fue como empresario teatral, como copropietario de la compañía conocida como Lord Chamberlain’s Men en tiempos de Isabel I y King’s Men en tiempos de Jacobo I, como Shakespeare hizo su fortuna, una fortuna que legó en su mayor parte a una de sus hijas dejando a la otra lo mínimo para evitar que los problemas legales y económicos de su marido (un tabernero liante) acabaran con la riqueza de Shakespeare en manos ajenas.
Shakespeare ya no vivía en Londres y estaba inmerso en diferentes litigios legales por asuntos económicos cuando ocurrió la gran desgracia que ha facilitado que todavía a día de hoy haya una sombra de duda sobre la autoría de sus obras: el teatro The Globe, en el que se habían representado las obrás más icónicas de este autor, ardía llevándose consigo los manuscritos de su obra; el incencio fue un escándalo, no en vano se trataba de un importante teatro con capacidad para más de 3000 espectadores; el Globe se reconstruyó un año más tarde pero fue finalmente clausurado y destruido cuando se impuso la moral puritana y el teatro isabelino se consideró pecaminoso… Actualmente el Globe existe de nuevo bajo el nombre Shakespeare Globe Theater, fue construido con una capacidad menor a la original (el actual da cabida a unos 1500 espectadores) y, como sucedía en tiempos de Shakespeare, sólo acoge representaciones en verano.
Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar en el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que respete estas piedras y maldito el que remueva mis huesos
Perdimos sus manuscritos y desconocemos gran parte de su vida, su descendencia no llegó ni una generación más allá de sus nietos, que murieron sin hijos, se dice que su tumba está maldita y que no fue el autor de las obras que se le atribuyen sino que era poco más que un actor del teatro isabelino… y con todas las dudas y misterios, es uno de los más grandes escritores de la literatura universal, tan grande que elegir sólo una de sus obras se nos antoja harto difícil. Aunque lo haremos. Empezaremos por una obra que nos gusta porque resulta divertida en la maraña de enredos que hila, porque nos aleja de intensos dramas como Hamlet u Otelo, porque nos hace reir y porque Kenneth Branagh supo llevarla al cine con maestría: Much Ado About Nothing – Mucho Ruido y Pocas Nueces.