7 lecturas de literatura política para amueblarnos la cabeza.

7. ¿Y por qué 8, 6 o 27? pregunta no menor ante cualquier titular que enumera, aquí la razón: el 7 es el número sagrado que representa lo bueno y éstas son 7 buenas lecturas de literatura política.

El 7 es un número importante, 7 son las Maravillas del Mundo y las Bellas Artes, los días de la creación y los chakras del ser; 7 eran también los samuráis y los arcángeles, son los cielos del Islam, los dones católicos del Espíritu Santo, las virtudes del Bushido y los infiernos de la Divina Comedia, incluso los Horrocruxes de Voldemort son 7. Y 7 son las lecturas de literatura política que os recomendamos hoy, 7 obras entre la novela y el ensayo que nos ayudarán a comprender de dónde venimos, a aprender lo que nuestros antecesores aprendieron antes que nosotros y, por encima de todo, nos amueblarán la cabeza para que no nos den sopas con ondas este otoño que se presenta con tintes electorales tanto si se forma gobierno como si no es así.

Un inciso: prometimos en la presentación de Beisbook que no íbamos a ponernos eruditos, entre otras cosas porque no lo somos, y si bien cuando se adentra uno en el mundo de los ensayos ese peligro acecha, conjuramos desde ya tal tentación e insistimos en que buscamos y recomendamos lecturas que son interesantes hoy y ahora para un lector del S.XXI, al margen, dicho sea de paso, de que se comparta todo, nada o una parte lo que los autores recomendados afirman-.
Hecho este inciso, proseguimos.

Disponéos a apredearme… ésta no es una lista paritaria aunque hay más mujeres de las que parece a simple vista; además faltan muchas obras, tantas que elegir sólo siete ha exigido un ejercicio de amputación de lecturas importantes de los que duelen pero, pensando en el otoño que tenemos por delante, éstas son las siete que se nos antojan óptimas por motivos diversos, todos de rabiosa actualidad: 1984 de George Orwell porque nadie como el mítico socialista (y anticomunista) inglés anticipó lo que es o puede llegar a ser la policía del pensamiento y el uso de la neolengua para tratar de transformar la realidad; Sobre la Libertad de John Stuart Mill porque, con la inestimable colaboración de su mujer, puso en negro sobre blanco las dificultades que surgen en la convivencia dentro de las sociedades libres; Teoría de los Sentimientos Morales de Adam Smith porque explicó de manera clara (a pesar de lo denso de su prosa…) lo que es la empatía y el egoísmo que subyace (o no) en los planteamientos más solidarios cuando de sentimientos se trata; Una Habitación Propia de Virginia Woolf porque, si bien cabe que no sea el mejor manifiesto feminista escrito en lengua inglesa (estoy pensando en Mary Wollstonecraft, por ejemplo) sí es el que da luz a un aspecto a veces olvidado, la importancia de la independencia económica de las mujeres para que puedan abrazar, de verdad, su libertad; Sentido Común de Thomas Paine porque explica de forma clara y comprensible cuales son los motivos que justifican la independencia de un pueblo (y quedan retratados también los que no lo hacen…); El Hombre Eterno de G.K. Chesterton, porque nos anima a pensar dos veces antes de ser críticos con nuestra propia tradición cultural; cierra nuestra lista el ensayo sobre la Desobediencia Civil de Thoreau ¿podemos, en democracia, tomar la desobediencia civil como un derecho? Thoreau cree que sí.

¿Quieres saber más de estas siete lecturas? a continuación te damos algunos detalles interesantes (sin spoilers) para incitarte a leerlas…

  • 1 7

    1984 de George Orwell

    Si no has leído 1984 no lo digas, no reconozcas haber cometido tamaño pecado y ponle solución ya mismo ¿por qué? porque nadie como Orwell vio venir el mundo que está llegando (si es que no está ya aquí), porque su futurible 1984 tiene más de realidad para nosotros de lo que a veces queremos reconocer.

    Orwell anticipó el cocepto de Gran Hermano (el ojo que todo lo ve) y que hoy va mucho más allá de un show televisivo, pensemos en las redes sociales, en Google, en lo que ya sabe quién sabe dónde de nuestros datos mas personales… Anticipó también el concepto de la policía del pensamiento y la tan importante idea (y peligrosa) de la neolengua, lo que no se dice no existe y lo que no existe no se piensa… ¿es posible transformar la realidad a través del lenguaje? y de ser así ¿dónde queda entonces el libre albedrío de los individuos? si has leído 1984 ya sabes la respuesta a esas preguntas y si no lo has hecho… ya estás tardando.

    +

    Título: 1984
    Autor: George Orwell
    Editorial: DeBolsillo
    También puedes localizarlo en epub o pdf libre de derechos.

  • 2 7

    Sobre la libertad de John Stuart Mill

    Antes de adentrarnos en el pensamiento de John Stuart Mill conviene tener claro que no es sólo su pensamiento sino también el de su mujer Harriet, tanto es así que escribieron este ensayo juntos y él, tras la muerte de ella, no quiso revisarlo para que quedara tal y como los dos, juntos, lo habían dejado.

    Si Orwell nos ofrece una novela distópica para contarnos el lío en el que nos estamos metiendo, Stuart Mill diserta sobre la libertad de un modo más académico y, vaya por delante que su ensayo remueve ideas, es decir, nos hace cuestionarnos cosas que considerábamos incuestionables, por ejemplo:

    Stuart Mill es un defensor de la libertad individual (con él los colectivistas lo llevarían mal…) pero también habla de limitar esa libertad, algo que cuando se refiere a limitar la libertad del vecino nos parece bien pero cuando se trata de limitar la nuestra nos resulta más antipático, en todo caso lo que Stuart Mill defendía es eso que decimos muchos de modo liso y llano: la libertad de cada cual termina donde empieza la del vecino… ¿quién, cómo y en base a qué establece ese límite? se trata, sin duda, de un asunto complejo que exige incluso la existencia de cierta legislación; la cuestión es dónde ponemos el límite, dónde la molestia que nos produce el vecino debe ser tolerada (llevada con paciencia…) y a partir de dónde debe ser eliminada porque atenta contra nuestra propia libertad.

    Stuart Mill da para pensar mucho, sólo os daremos una pincelada más de su pensamiento antes de dejaros a solas con su ensayo: su planteamiento ante la libertad de pensamiento y expresión, que se basaba en una defensa a ultranza de ambas libertades (encajaría mal la legislación de los delitos de odio o similar).

    Y una reflexión final: defensor de la libertad, sin duda, pero en contra del suicidio, es decir, de la libertad de acabar con tu propia vida ¿por qué? porque el objeto de la libertad es que el individuo pueda hacer de su capa un sayo y si acaba con su vida no hace capa ni hace sayo…

    +

    Autor: John Stuart Mill
    Título: Sobre la Libertad
    Editorial: Alianza Editorial
    También puedes localizarlo en epub o pdf libre de derechos.

  • 3 7

    Una habitación propia de Virginia Woolf

    ‘Démosle una habitación propia y quinientas libras al año, dejémosle decir lo que quiera y omitir la mitad de lo que ahora pone en su libro y el día menos pensado escribirá un libro mejor.’

    No, Virginia Woolf no pedía una renta mínima, pedía independencia y libertad para las mujeres (representadas en su ensayo por escritoras) y pedía también para ellas su propio espacio, lo que es tanto como pedir autonomía y, de nuevo, independencia, una independencia que o bien es también económica o no es.

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    Autor: Virginia Woolf
    Título: Una habitación propia
    Editorial: Austral
    También puedes localizarlo en epub o pdf libre de derechos.

  • 4 7

    Teoría de los sentimientos morales de Adam Smith

    La teoría de los sentimientos morales de Adam Smith nos desnuda, en cierta forma, ante nosotros mismos porque nos explica cómo nos relacionamos con los demás en base a sus sentimientos y a los nuestros, como nos adaptamos porque necesitamos sentirnos aceptados (¿llegamos a la hipocresía? no necesariamente, no siempre), como nos ponemos en el lugar del otro de forma incosciente no para sentir su dolor sino para imaginar cómo sería ese dolor si fuésemos nosotros quienes estuviésemos sufriendo su pena (¿es una simpatía egoísta o es la bondad de la que emana una acción altruista posterior?).

    Adam Smith dejó claro (aunque más en otras de sus obras que en la teoría de los sentimientos morales) que el ser humano se mueve por interés (por su interés) y eso no es a priori malo pero ahondó (y esta vez sí, en la teoría de los sentimientos morales) en cómo interactuamos las personas entre nosotros, en cuáles son las emociones que nos mueven, en cómo necesitamos la aprobación de los demás… y si navegar por los límites de la libertad de Stuart Mill tiene miga, más tiene aun si cabe (también porque su prosa es más densa) moverse entre los sentimientos morales de Adam Smith.

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    Autor: Adam Smith
    Título: Teoría de los sentimientos morales
    Editorial: Alianza Editorial
    También puedes localizarlo en epub o pdf libre de derechos.

  • 5 7

    Sentido común de Thomas Paine

    El sentido común le decía a Paine, inglés de nacimiento, que los Estados Unidos debían ser independientes de su madre patria, el Reino Unido, y así lo defendió en un ensayo claro, conciso y directo, escrito para llegar a toda la población letrada de la entonces colonia británica.

    ¿Cómo argumentaba Paine el derecho a la independencia de las colonias de su metrópoli? daba, entre otras, una razón que se nos antoja capital y no es una razón histórica ni cultural sino económica: la metrópolis se aprovechaba de las colonias sacando de ellas su riqueza y no les aportaba apenas nada.

    Leer a Paine te resultará sencillo, su prosa no es densa ni adorna su escritura con citas en latín ni giros rebuscados ahora bien, su claridad es deslumbrante y las comparaciones con el caso actual que se vive, por ejemplo, en Cataluña, sonrojante.

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    Autor: Thomas Paine
    Título: Sentido Común
    Editorial: Funambulista
    También puedes localizarlo en epub o pdf libre de derechos.

  • 6 7

    El hombre eterno de Chesterton

    Si empezamos por decir que se trata de un ensayo sobre la cristiandad cabe que alguno salga huyendo como alma que lleva el diablo… pero sería un error importante porque este ensayo de Chesterton se puede leer en clave más cultural que religiosa (algo que tal vez el propio Chesterton consideraría un sacrilegio (o no) pero, ya se sabe, uno es dueño de lo que escribe pero no de lo que entienden los demás al leerlo).

    Chesterton dice en el hombre eterno: ‘Hay dos formas de llegar a casa, una de ellas es permanecer en ella y la otra es caminar a través de todo el mundo hasta que volvamos al mismo lugar, El Hombre Eterno está dirigido para aquellos que no han logrado llegar a casa de la primera forma, invitándolos a que se aproximen a casa de la segunda manera.
    (Traducción: si eres de los que vive a disgusto en la sociedad actual y cuando no reniega de una cosa lo hace otra, éste ensayo está escrito para ti).

    Si entendemos que la casa es nuestra cultura de tradición católica (la cristiandad tal y como la define Chesterton) y nuestro modo de ser ácidamente críticos con ella nos coloca entre los que no han logrado llegar a casa porque no nos hemos congratulado de lo que somos ¿qué hacemos? según Chesterton caminar a través del mundo hasta volver al mismo lugar, a casa…

    Un ejemplo: somos críticos con el machismo en nuestra sociedad, bien, lo somos hasta olvidar todos los logros que en este sentido hemos alcanzado (no tan bien) y eso nos lleva a una actitud de rebeldía, por no decir de rebelión, y a la defensa de un feminismo, como poco, cuesitonable… es el momento de hacer caso a Chesterton e ir a dar la vuelta al mundo para descubrir como en Irán tres mujeres son condenadas a 55 años de cárcel por otorgarse la libertad de llevar o no el velo islámico… y volvemos a casa y lo hacemos no para renunciar a nuestro espíritu crítico y a nuestro deseo de vivir en una sociedad mejor sino para ser más justos en nuestra autocrítica y sentirnos, de verdad, en casa.

    Ésta es nuestra lectura libre de Chesterton pero no es necesario llegar tan lejos para encontrar el sentido de este ensayo hoy en día, basta recordar como Chesterton se sorprende ante lo severamente que juzgan los europeos su historia frente a la imagen idealizada de los que fueron sus enemigos o sus pueblos sometidos y el modo en que, a pesar de ser desmentidos por la realidad, insisten en ello… ¿un ejemplo? el supuesto genocidio practicado por los conquistadores españoles frente al descubrimiento de restos arqueológicos que demuestran las salvajadas que se practicaban en América (sacrificios humanos incluidos) antes de la llegada de los españoles. O el continuo acto de contricción de los alemanes rogando perdón por el holocausto y el dedo acusador de toda Europa sobre ellos para después considerar hoy a los judíos como el diablo vestido de azul frente a los Palestinos.

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    Autor: G.K. Chesterton
    Título: El hombre eterno
    Editorial: Colección Philosophiae Memoria
    También puedes localizarlo en epub o pdf libre de derechos.

  • 7 7

    Desobediencia civil de Thoreau

    Terminamos nuestro repaso a los asuntos que nos ocuparán este otoño desde una perspectiva tan literaria como política con una pregunta ¿es la desobediencia civil un derecho? Thoreau decía que sí, es más, decía que es una obligación, que estamos obligados a ejercerla cuando un gobierno no cumple con lo acordado con sus ciudadanos ¿legitima eso un ‘rodea el congreso’? Thoureau diría que sí pero con un matiz muy importante: el ejercicio de la desobediencia civil lleva aparejado la asunción de sus consecuencias, por ejemplo, él dejó de pagar impuestos porque se negaba a que uno sólo de sus dólares fuera destinado a mantener la esclavitud y asumió las consecuencias: dio con sus huesos en la cárcel por impago de impuestos. Y es que ejercer la desobediencia civil sin aceptar las consecuencias que acarrea no es desobediencia civil, es revolución y armar una revolución contra una democracia es cualquier cosa excepto una defensa de la libertad.

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    Autor: Henry David Thoreau
    Título: Desobediencia Civil
    Editorial: Dracaena
    También puedes localizarlo en epub o pdf libre de derechos.

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